La chica que saltó a través del tiempo - Capitulo 4
Nota inicial:
Esta es una traducción hecha por un fan de la película de Mamoru Hosoda y con ayuda de google translate. No es oficial. La novela original “La chica que saltó a través del tiempo” de Yasutaka Tsutsui fue traducida al inglés por David Karashima y editado y publicado por Alma Books como “The girl who lept through time”.
Entre sueño y realidad
La mente de Kazuko corría con diferentes escenas y
diferentes pensamientos. Demasiados con los cuales lidiar para ella.
¡Voy a morir! pensó para sí misma. ¡Atropellada por un
enorme camión pesado! Si tan solo me hubiera quedado en la cama un poco más. ¡Entonces
no me sentiría tan cansada y lenta!
Todo parecía moverse en cámara lenta, y oró por la seguridad
de su cálida y acogedora cama en casa. Pero ella sabía que no había nada que
pudiera hacer. Nada excepto mantener sus ojos cerrados tan fuerte como podía. Y
así lo hizo. Alrededor de un segundo pasó. Pero nada ocurrió. Luego otro. Pero
aun nada sucedía. Kazuko comenzó a preguntarse qué diablos estaba pasando. Pero
justo en ese momento, sintió deslizándose hacia la inconsciencia. Sintió que
una sensación de calidez comenzaba a envolverla. Como el calor y comodidad de
su cama por la que había estado orando.
Cuando Kazuko abrió los ojos, se encontró de nuevo en su habitación.
Llevaba su camisón y el sol entraba a raudales pintando patrones de encaje de las
cortinas en el suelo. ¿Había sido todo un sueño? Pero se sentía tan real. Y lo
recordaba todo tan claramente: la bocina del auto, los gritos de Goro, los
chillidos de los peatones cercanos. Demasiado claro para que sea un sueño.
Kazuko fue golpeada por un repentino dolor de cabeza. Ella
miró hacia el reloj y vió que ahora eran las 7:30 am así que tenía mucho tiempo
para un desayuno agradable y placentero antes de salir a la escuela. Eso
significaba que ella no llegaría tarde y no estaría cansada ni somnolienta – lo
que provocó que el camión la atropellara en su sueño. Y fue un sueño, ¿no? Si
no fue así, entonces el tiempo debe haber retrocedido, y seguramente eso nunca
podría suceder.
Kazuko se levantó lentamente de la cama. Nada en la casa
había cambiado, y su madre y hermanas estaban disfrutando del desayuno juntas
como era usual. Pero a pesar de tener mucho tiempo para comer, Kazuko no tenía mucho
apetito. Entonces, en lugar de eso, se preparó y salió de la casa inmediatamente.
¿Y si esta fuera realmente la segunda vez que salgo de casa hoy
día? Pensó para sí misma. Si sólo una cosa más extraña sucede hoy, ¡entonces de
seguro me volveré loca! Cuando ella llegó a la intersección, posiblemente por
segunda vez, buscó a Goro pero no podía verlo. Y tampoco había ningún camión
fuera de control. Entonces ella simplemente continuó y se dirigió a la escuela
de manera segura.
Se sentó en su escritorio como siempre lo hacía y examinó
brevemente el salón de clases. Una vez más, Goro no estaba a la vista. Si tan
solo llegara pronto, entonces podría hablar con él y averiguar si el incidente con
el camión fue solo un sueño o si había una posibilidad de que realmente podría
haber ocurrido.
"¡Buenos días!" saludó Kazuo desde detrás de ella.
“¡Oh, buenos días!” respondió Kazuko, considerando si debiese
contarle todo sobre el incidente. Kazuo era un individuo brillante después todo,
y podría ser capaz de proporcionar algún tipo de información. Pero ella decidió
rápidamente que sería mejor esperar a que llegara Goro para que todos juntos
pudieran hablar de ello.
"¿Está todo bien?" dijo Kazuo. “Te ves un poco
pálida.”
Kazuo siempre era bastante atento, por lo que a menudo
notaba pequeñas cosas como esa.
"Oh, no es nada", dijo Kazuko, sacudiendo la
cabeza. “No pude dormir mucho. Primero por el terremoto. ¡Luego debido al fuego!
Así que me siento bastante somnolienta hoy”.
"¿Un incendio?" dijo Kazuo. “¿Y un terremoto? No sé
nada sobre ninguno de esos.”
"¿Estás bromeando? Hubo un gran terremoto y la casa de
Goro casi se incendia. ¿No te acuerdas? Todos estábamos en pijamas, ¡y nos
encontramos frente a la casa de Goro!
“¿Nos encontramos? ¿Y yo estaba allí? ¿Estás seguro de que
no estabas soñando?
"¡Soñando!" replicó Kazuko. "¡No estaba
soñando!"
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